Los talleres dirigidos al desarrollo humano integral, basados en la Pedagogía Teatral – un enfoque que fusiona el arte educativo con las expresiones del arte escénico – se enriquecen al incluir la participación de caballos maestros. Esta experiencia se convierte en un viaje profundo que abarca aspectos íntimos, estéticos y espirituales, ofreciendo a los participantes una conexión única y transformadora. La conexión entre estética y ética es esencial para entender el verdadero valor de lo que genera bienestar, bondad y belleza en el ser humano. Esto sugiere que las experiencias positivas pueden ser replicadas en el desarrollo, crecimiento y sanación de otros individuos. Al hacerlo, no solo se facilita una sensación de deleite y alegría, sino que también se fomenta un fortalecimiento emocional que contribuye a una salud mental y física más robustas.
La especialista en cognición, Janet Jones, señala que la interacción entre un caballo y su jinete o amazona puede alcanzar niveles de profundidad sorprendentes. Según su análisis, esta conexión puede llegar a sentirse como un único circuito neuronal, lo que implica que ambos estarían en perfecta sintonía, similar a lo que ocurre en una danza, siempre que se encuentren bien alineados. En este sentido, el caballo demuestra una notable capacidad de aprendizaje cuando se encuentra en un estado emocional calmado, libre de nervios y miedos. Este fenómeno es comparable al proceso que experimentan los seres humanos durante su aprendizaje, crecimiento y proceso de sanación.
Además, diversas investigaciones realizadas por el Heartmath Institute indican que el corazón de un caballo, al ser cinco veces más grande que el de un ser humano, genera un campo electromagnético significativamente más amplio. Este fenómeno podría tener la capacidad de impactar tanto en el campo electromagnético de los humanos como en su frecuencia cardíaca. Cuando los latidos del corazón muestran un ritmo coherente, esto indica que existe un patrón de respiración consciente que promueve la relajación. Este estado de calma es algo que los caballos son capaces de percibir. Los caballos experimentan su entorno a través de sus sentidos. Son animales auténticos, carentes de juicio y se comunican de manera pura, sin egoísmo. La interacción con estas personas tiene un efecto directo en aspectos fundamentales como la seguridad, la autoestima y la confianza.